La imagen de la vergüenza |
Miguel Ángel Martínez |
Fíjese bien querido lector. ¡Qué guapos todos ellos! ¿Verdad? Y qué bonitos esos guiños de color a la Institución totalmente “casual” y “trendi” (el conjunto chaqueta pantalón perfectamente entallado, la corbata con un elegante nudo Windsor). Esa total ausencia de complementos, salvo algún discreto reloj, para evitar que la atención del respetable se disperse. Las dosis justas de laca y gomina. La crema reparadora de día o el preciso rasurado de primera hora que muestran unos rostros con la experiencia de la vida a flor de piel, pero sin mácula. No puedo ignorar la disposición sentados en esos taburetes de bar que por un instante pareciera que van a disfrutar de una ración de calamares con su correspondiente caña, aunque lo que se pretende es transmitir cercanía y proximidad. No hay señores, ni siervos, sino un grupo entrañable de amigos de toda la vida que se han reunido distendidamente a rememorar sus batallitas. Guay.
Estas imágenes corresponden al acto celebrado en Bilbao el pasado 25 de septiembre, dentro de “roadshow” (con lo gordo que es el diccionario de español, manda narices), que nuestra Consejera Delegada realizó por las diferentes organizaciones. Se preparó con mimo, no dejando nada al azar para conseguir que fuese un acto didáctico y emotivo a partes iguales. Sin embargo, hay un pequeño detalle que me llama la atención, aunque sería más preciso señalar que es su ausencia lo realmente llamativo… ¿Ve usted alguna mascarilla?
Llevamos sufriendo esta pandemia desde hace varios meses (y lo que nos queda), y los muertos se cuentan por decenas de miles. Dentro del Banco se han adoptado, aunque tarde y mal, toda una serie de medidas de prevención: mamparas separadoras, geles hidroalcohólicos, guantes, carteles informativos… ¡¡mascarillas!!... Se ha modificado la disposición de las mesas en los centros de trabajo y desde Gestión de Personas se han recordado de manera reiterada las pautas de seguridad a aplicar y seguir por todos nosotros, Alta Dirección incluida. Pues, pese a todo esto, el mismo individuo que en sus mensajes incorpora la coletilla: “Cuídate mucho. Pocos despistes. Mascarilla permanente, gel y lavado de manos frecuente, distancia interpersonal (también en el café)”; hace por contra gala de una memoria de pez y del “consejos vendo, pero para mí no tengo”. Y a nuestra querida “Dori” Dancausa, le ha sucedido también algo similar … ¿Y dices que en Bankinter también ha habido muertos por la Covid-19?... ¿Seguro? porque no me suena… ¿Y dónde pasó?... Pues no sé, no recuerdo…
Llámeme tiquismiquis y puede que tenga razón. Sin embargo, en mi defensa señalaré que en mi entorno social tengo algunos muertos a causa del coronavirus. Personas que representaban algo más que una cifra o un número. Tenían nombre y apellidos, cara y trato; y a las que el puto bicho mandó al otro barrio. Es posible que a usted querido lector desgraciadamente le haya sucedido algo similar, e incluso de una manera mucho más directa (un padre, una madre, algún pariente próximo). Por ello, creo no le resultará difícil de entender mi irritación y cabreo ante un hecho que suavemente solo calificaré de IRRESPONSABLE y VERGONZOSO.
Opinión de Miguel Angel Martínez Moreno (05-01-2021) |
Opinión de Angel (16-12-2020) |
Opinión de Elena (16-12-2020) |