Política de cookies

Este sitio usa cookies propias y de terceros para facilitar la navegación y obtener información de estadísticas de uso de nuestros visitantes. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón 'Aceptar' o configurarlas o rechazar su uso pulsando el botón 'Configurar cookies'

Para más información consulta nuestra Política de cookies


REVISTA EL_ESPEJO: Cuidado con la depresión - Servicios CCOO. Grupo Bankinter

PRÓXIMO EVENTO ¡AFÍLIATE! - Cualquier día es bueno para afiliarse, sobre todo cuando tienes todos estos motivos para hacerlo...... +info


ÍNDICE ARTÍCULOS

REVISTA EL_ESPEJO: Cuidado con la depresión

Eduardo Archilla

Mucho cuidado con la depresión y con cualquier otra enfermedad mental y sus repercusiones en el entorno laboral.

Vaya por delante que estás en tu derecho de no decir a nadie de tu trabajo sobre si tienes o no una enfermedad, sea física o mental, aun así la gente no suele tener problemas en comentar que padece una enfermedad física (salvo las sexuales). Pero con las enfermedades mentales se suele ser más discreto y no dices que estás fastidiado hasta que no te queda más remedio, es decir, hasta que estás de baja. El motivo para no decirlo es indiferente; da igual que sea porque no tienes fuerzas para contarlo, porque tu jefe es un pringao -o pringá- o porque simplemente no te da la gana.

Vamos a suponer que no estás de baja, bien sea porque el médico se niegue a dártela, bien porque quien te esté tratando te recomiende que sigas trabajando, o bien porque ni siquiera estás en tratamiento. El problema laboral viene cuando nadie sabe nada y tu rendimiento disminuye, y empiezas a equivocarte más, a sacar menos trabajo, o, lo más habitual, a ambas cosas. Un buen responsable (leer el artículo 'todo tiene quien todo da') debería reunirse contigo y preguntarte por el motivo de este descenso, y aquí volvemos al principio: estás en tu derecho a guardar silencio, pero entonces tienes que prever que si no dices nada y continúa el bajo rendimiento lo más seguro es que la cosa acabe mal, muy mal, porque a tu enfermedad tendrás que añadir el despido; vamos, que tu terapeuta se pondrá loco de contento (ironía). Si por el contrario optas por decirle a tu responsable el motivo de tu bajada él deberá decidir si el departamento lo puede soportar, y si no puede hacerlo te debería poder ofrecer un traslado. En cualquier caso tendría que pedirte que te des la baja.

Pero lo peor que puedes hacer es no decir nada a nadie. A lo mejor tu estado mental está fastidiado principalmente porque te estás separando, o tienes un pariente gravemente enfermo, o cualquier otra cosa que a ti te ha afectado y te está machacando. Tienes todo el derecho el mundo a estar así pero no te lo guardes todo para ti; díselo a tu responsable o, si no quieres, a algún delegado de salud laboral o al delegado que tú prefieras. Guardaremos tu confidencialidad y trabajaremos contigo para que la cosa no termine mal.

Título: REVISTA EL_ESPEJO: Cuidado con la depresión

Opina sobre esta intervención: Tu mensaje se verá a pie de la misma.

Es el nombre que aparecerá firmando tu mensaje

Para opinar en nuestra web necesitamos saber que eres tú, solo utilizamos el usuario para darte acceso, no aparecerá en ningún otro sitio.

Puedes escribir caracteres.

Marca este campo si quieres que te avisemos cuando alguien conteste a tu intervención