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REVISTA EL_ESPEJO: QUÉ HACER CUANDO NOS QUEDAMOS SOLOS EN LA OFICINA - Servicios CCOO. Grupo Bankinter

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REVISTA EL_ESPEJO: QUÉ HACER CUANDO NOS QUEDAMOS SOLOS EN LA OFICINA

Elena Asensio

A menudo muchos compañeros en las visitas a oficinas, o a través de la página web de esta Sección Sindical, nos preguntan acerca de lo que hay que hacer cuando alguien se queda solo en la oficina o sobre cómo actuar en estas situaciones.

Desde esta Sección Sindical hemos requerido en varias ocasiones a la Empresa haciéndoles partícipes de esta situación y buscando un protocolo de actuación.

Pero para ello, para poder alcanzar un acuerdo o una propuesta de negociación, es básico y fundamental conocer estas situaciones, es preciso que cada vez que algún compañero se encuentre solo en la oficina lo comunique y lo haga saber.

Sólo cuando realmente podamos demostrar que estas situaciones se producen, que no sólo se trata de la hora de la comida o de una visita puntual, tendremos argumentos que justifiquen la necesidad por parte de la empresa de sentarse a buscar soluciones. Somos muy críticos en este sentido, y todos, absolutamente todos, tenemos que ser conscientes de que quedarse solo en la oficina es un riesgo innecesario. Que debemos utilizar todo nuestro sentido común y todos los medios a nuestro alcance para evitar que estas situaciones se produzcan.

Siempre hemos creído y con ese convencimiento vivimos, que a nosotros no nos va a pasar nada, que los reveses, y los sustos, sólo les pasan a los demás.

Y ya no hablo, de la pésima imagen que da al exterior la existencia de mesas vacías, teléfonos sonando sin que nadie los conteste, colas ante un cajero (la mayoría de las veces) desbordado, que ya no sabe si lo que suena es la puerta, la alarma o el móvil de un cliente. Ya no se trata de que la atención que prestamos al cliente sea interrumpida en múltiples ocasiones, o de que la calidad sólo exista en los informes, ni siquiera hablo de la ansiedad que este desbordamiento de trabajo genera en la persona que lo sufre, hablo de que ninguno de nosotros está exento, de un susto, de un mareo, de una caída por las escaleras, de un infarto (que ya ha ocurrido), o de percances menos serios como el romperse el tirador de una puerta y quedarse encerrado, como el olvidarse de quitar el cierre automático de la puerta y quedarse solo y cerrado, o el que te esperen a la salida o a la entrada de la oficina, o… ¿alguno os habéis parado a pensar que esto nos puede pasar a cualquiera? Que estamos en un recinto al que no se puede entrar desde fuera.

Debemos ser conscientes de que estas cosas pueden pasar y que nos pueden pasar a cualquiera de nosotros, por lo que tendríamos que sentirnos obligados, primero a utilizar el sentido común y a evitar que estas situaciones se produzcan (porque me quede yo solo prolongando la jornada, o porque permita que sea mi compañero el que lo haga, o porque yo aplico el horario flexible que el banco me autoriza, pero sin tener en cuenta el número de personas afectadas por el mismo, o porque convocan a varios miembros de la oficina a un curso o reunión y eso obliga a dejar solo a otro compañero, o porque en un mal sentido del compañerismo no queremos denunciar a los compañeros que se aprovechan de la situación generando un riesgo para otros, o tantas otras situaciones que todos conocemos y que hemos vivido) y después de utilizar el sentido común, deberíamos asumir asímismo, la obligación de comunicar la existencia de ese riesgo. Todos deberíamos dar a conocer que nos vamos a quedar o que estamos solos en la oficina.

Por eso, a todos los que nos preguntáis por esta cuestión, os recomendamos que deis a conocer vuestra situación, que no os preocupe decir que estáis solos. Y por eso, lo que os proponemos es que enviéis un mail a vuestro director de operaciones y/o jefe de zona, con copia a un delegado de prevención (en aquellos lugares en los que no exista, enviádnoslo al buzón seccionsindicalcomfia@bankinter.es), explicando que os encontráis solos en la oficina. Se trata de conocer y de saber que existe una persona sola en una oficina, y que, por lo tanto, existe un riesgo que debería ser vigilado, cuidado y evitado.

Sólo si conocemos, prevenimos, y si prevenimos, podremos evitar.

Título: REVISTA EL_ESPEJO: QUÉ HACER CUANDO NOS QUEDAMOS SOLOS EN LA OFICINA

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