Política de cookies

Este sitio usa cookies propias y de terceros para facilitar la navegación y obtener información de estadísticas de uso de nuestros visitantes. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón 'Aceptar' o configurarlas o rechazar su uso pulsando el botón 'Configurar cookies'

Para más información consulta nuestra Política de cookies


REVISTA EL_ESPEJO: La indeseable mochila - Servicios CCOO. Grupo Bankinter

SIMULADOR SALIDA NEGOCIADA

¿Quieres calcular el importe que te daría el banco por una salida negociada para tu prejubilación? Consulta para tu convenio:

PRÓXIMOS EVENTOS CÓGELO EN DICIEMBRE ¡EN AÑO NUEVO 2.000 EUROS! - El día de Año Nuevo te pueden tocar 2.000 euros al CCOOPONAZO, para optar a este premio tendrás que coger tus números en diciembre... +info

MOSTRAR MÁS EVENTOS

EL ESPEJO

ÍNDICE ARTÍCULOS

REVISTA EL_ESPEJO: La indeseable mochila

Eduardo Archilla

Cuando te incorporas al mundo laboral, sin quererlo, y lo que es peor, sin saberlo, te dan una mochila en la que cada día se van introduciendo piedras de diferente tamaño. Unas son pequeñas chinas que entran solamente por trabajar (un día trabajado, una chinita a la mochila) y otras van creciendo en tamaño. Por ejemplo, cada día que llegas tarde al trabajo entra una piedrecita, cada día que te tienes que levantar cada vez más pronto para no llegar tarde entra otra, y cada día de atascazo o de fallo del transporte público otra piedra va para adentro.

Entra una buena roca cada vez que tu jefe te trata mal, y otro pedrolo más cada vez que tienes una bronca con tus compañeros. No nos olvidemos los pedruscos que entran cuando los clientes, internos o externos, son desagradables por no decir directamente gilipollas.

Esa mochila ya pesa, y faltan todavía las que entran cada día porque te han puesto faena para dos o más personas y te han dicho que lo tienes que hacer todo tú sola -o solo-. También hay que añadir una por cada día que por esa misma razón sales tarde del trabajo, y otra piedra por cada día que no puedes desayunar o comer o ambas en condiciones normales.

Cuando eres joven y la mochila no está a tope crees que siempre vas a poder con todo, pero cuando no eres tan joven o cuando atraviesas un mal momento personal o cuando simplemente no eres de constitución fuerte, la mochila pesa un huevo, te vence y caes al suelo a un charco de estrés o ansiedad o depresión o todas. No es que no tengas las piernas fuertes, es que ya llevas demasiados años aguantando demasiado peso.

No puedes evitar que entre en la mochila la piedrecita por cada día trabajado y por cada cosa que no depende de ti (ojalá pudiera limpiar la carretera de coches), pero sí que hay cosas que están en tu mano, y lo sabes. No pienses que no puedes negarte a nada. Debes no pasar por ciertas cosas, es más, tienes que negarte por una razón muy sencilla: porque te va tu salud en ello, y nada, nada es más importante que esto. Párate y reflexiona. No esperes a estar en el suelo.

Título: REVISTA EL_ESPEJO: La indeseable mochila

Opina sobre esta intervención: Tu mensaje se verá a pie de la misma.

Es el nombre que aparecerá firmando tu mensaje

Para opinar en nuestra web necesitamos saber que eres tú, solo utilizamos el usuario para darte acceso, no aparecerá en ningún otro sitio.

Puedes escribir caracteres.

Marca este campo si quieres que te avisemos cuando alguien conteste a tu intervención